viernes, 17 de agosto de 2012

Estocolmo, Helsinki, Tallin, Riga y Vilna


Tras muchos años esperándolo, por fin llegó el momento de conocer Estocolmo. Y no solo Estocolmo, sino que además he realizado un viaje en el que he conocido otras cuatro capitales: Helsinki, Tallin, Riga y Vilna. Y es que ese ha sido el viaje que decidimos hacer mis padres, mi hermano y yo en el verano de 2012: un viaje que nos llevará a conocer el norte de Europa.

Estocolmo era una ciudad a la que tenía muchísimas ganas de conocer desde que una vez fui con los amigos a merendar, contra mi voluntad, al IKEA que hay en Megapark. Seguramente la idea fue de un fantástico crítico gastronómico que conozco. Pues bien, en IKEA me encontré con un cuadro enorme en el que se veía una foto de Estocolmo, tomada desde el aire, y quedé maravillado. Desde ese momento habrán pasado fácilmente cinco años. Y desde entonces Estocolmo ha sido uno de los destinos que más ganas tenía de conocer. Como me gusta decir, seguramente estaba en un top-3 o top-5 de mis preferencias para futuros viajes.

Quizá como soy un poco cabeza cuadrada, siempre había pensado que que vería Estocolmo junto con Copenhague en el mismo viaje, ya que no concebía el ver una ciudad sin la otra, ya que me parecía muy difícil realizar un viaje atractivo viendo solo una de las dos. Así, cuando mis padres me dijeron para hacer este año otro viaje como el del año pasado a Bélgica y a los Países Bajos, no lo dudé, y mi primera sugerencia fue la de realizar un viaje a Estocolmo y Copenhague.

Sin embargo, mi padre tenía intención de hacer un viaje por Polonia, conociendo Varsovia, entre otras ciudades polacas, y dedicando unos días a Praga, pero se descartó instantáneamente porque ya había estado el año anterior en la capital checa. Rápidamente, se pusieron tres ideas sobre la mesa: el viaje a Estocolmo y a Copenhague que yo proponía, otro exclusivamente por Polonia, viendo Varsovia y Cracovia entre otras ciudades, y un viaje a Helsinki y a las tres capitales bálticas.

Rápidamente tomó ventaja este tercer viaje, ya que se deseaba realizar un viaje de unos nueve o diez días, pero Estocolmo y Copenhague apenas daban para unos cinco o seis días, algo similar al itinerario previsto para Polonia, que apenas duraba una semana. Cuando estábamos casi decididos por un viaje de unos ocho días a Helsinki, Tallin, Riga y Vilna, mi padre, que sabía que se iba a quedar con la espinita de no ver Estocolmo, la que suponíamos que sería la ciudad más bonita de todas, sugirió alargar dos días el viaje e incluir Estocolmo en el itinerario, aprovechando que había visto que los vuelos de Estocolmo a Helsinki eran muy baratos y que, como explicaré más adelante, mi madre había visto que con Lufthansa teníamos la opción de salir de Bilbao y llegar a Estocolmo (por decir una ciudad) y el último día salir de Vilna (es decir, otra ciudad) y llegar a Bilbao, de forma que ganábamos un día al no emplear el último día de viaje en desplazarnos a la primera ciudad que habíamos visitado. De esta forma, decidimos que en el viaje de 2012 recorriéramos Estocolmo, Helsinki y las tres capitales bálticas.

La verdad es que este era un viaje que me motivaba mucho, ya que además de Estocolmo tenía bastantes ganas de conocer Tallin, ya que había oído que era una ciudad muy bonita. Nunca había tenido especial interés por conocer Helsinki, pero mi padre tenía bastantes ganas de conocerla, así que hubo que incluirla en el itinerario. Suponíamos que Vilna no nos iba a gustar tanto como las otras dos capitales bálticas, pero ya que estábamos ahí, no perdíamos nada por incluirla, y realizaríamos de esa forma un viaje mucho más completo. A medida que íbamos planificando el viaje, nos dábamos cuenta que cada ciudad, incluida Vilna, tenía muchas cosas que nos podía ofrecer, y fuimos entusiasmándonos cada vez con el viaje que íbamos a realizar. Al final creo que hemos realizado un viaje muy completo y bonito. Os invito a descubrirlo.

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