jueves, 19 de abril de 2012

Día 2, jueves 5 de abril de 2012: Mausoleo de Lenin, catedral de San Basilio, Tverskaya, Arbatskaya y el metro.


Para nuestro segundo día en Moscú ponemos el despertador un poco más tarde que el día anterior, a las ocho y cuarto de la mañana, ya que esta vez tenemos controlada la distancia a la Plaza Roja. Además, nuestros primeros destinos de la mañana son el mausoleo de Lenin, que no abre hasta las diez, y la catedral de San Basilio, que no abre hasta las once. El tiempo era el esperado, ya que se preveía que este fuera el peor día de los cuatro que íbamos a estar en Moscú. Así, vemos el cielo completamente encapotado, pero al menos ni llueve ni nieva. Nos consuela que vamos a tener la grandísima suerte de poder ver la Plaza Roja con nieve tras verla el día anterior sin nieve, algo que supongo que no muchos turistas pueden decir, porque o la ven con nieve o la ven sin nieve.

Torre del Salvador, sin nieve, miércoles 4 de abril.

Torre del Salvador, con nieve, jueves 5 de abril.

La verdad es que ha sido muy curioso poder contemplar sobre todo la catedral de San Basilio sin nieve un día y otro día con una pequeña capa de nieve cubriendo sus bulbos.

Mausoleo de Lenin: algo único en el mundo.
A las diez y veinte, un poco más tarde de lo esperado, entramos en el mausoleo de Lenin, donde no vemos ni rastro de las monumentales colas que parece que se deben formar en verano. Alguna ventaja tenía que tener viajar con tanto frío. Y es que, sobre todo los primeros días, apenas hemos visto turistas. Aun así, la visita al mausoleo dura menos de treinta segundos viendo a Lenin, bajo la atenta mirada de varios guardias de seguridad. La visita al mausoleo me pareció algo muy curioso y eso fue lo que me gustó, que al igual que la Cisterna Basílica de Estambul o el cementerio judío de Praga es algo único, exclusivo de esa ciudad. Como nos esperamos, está lleno de guardias que custodian no solo el cuerpo de Lenin, sino que vigilan todos y cada uno de los movimientos que hacemos, incluso desde antes de entrar al mausoleo.

Mausoleo de Lenin.

La verdad es que me impresionó ver el cuerpo de Lenin, tan pequeñito, en esa urna iluminada, a apenas dos metros de nosotros. Cuando vi a Lenin tuve sensaciones contrapuestas. Por un lado me impresionó ver tan cerca el cuerpo tan bien conservado de una figura histórica. Ver a uno de los personajes más importantes de los últimos dos siglos no es algo que se haga todos los días. Sin embargo, por mucho que se niegue desde instancias oficiales, siempre te queda la duda de si será el verdadero cuerpo o es una copia de cera o algo similar. Aun así, yo prefiero pensar que he visto el cuerpo verdadero, y que he tenido a apenas dos metros el cuerpo de una persona que, para bien o para mal, según cada uno, ha sido de las más influyentes del siglo XX.

Catedral de San Basilio: mucho más bonita por fuera.
Tras salir del mausoleo de Lenin tenemos que hacer algo de tiempo ya que las entradas para la catedral de San Basilio no se venden hasta las once de la mañana. La verdad es que nos está bien empleado por no haber mirado mejor los horarios el día anterior. De esta forma, hacemos algo de tiempo sacando algunas fotos y entrando a los almacenes GUM, donde se está muy calentito.

Plaza Roja, con los almacenes GUM a la izquierda, el Mausoleo de Lenin y las murallas del Kremlin a la derecha y la catedral de San Basilio al fondo.

Finalmente, a las once de la mañana entramos en la catedral de San Basilio. Como me esperaba, no me impresiona demasiado, ya que sobre todo es un museo, como las iglesias del Kremlin. Además, a diferencia de las iglesias del Kremlin, me parece que no está tan bien conservada, ya que cuando ves los frescos, las pinturas en las paredes, que son muy coloridas, a mí al menos me dio la sensación de que estaba un poco viejo, dejado. Sin duda alguna, me gustó mucho más la catedral de San Basilio por fuera.

Tverskaya y Arbatskaya: solo me gusta la catedral de Cristo Salvador.
Una vez visto el mausoleo de Lenin y la catedral de San Basilio, nuestra siguiente parada es el barrio de Tverskaya. Tras cambiar un poco de dinero en la misma casa de cambio que el día anterior, curiosamente al mismo cambio que el día anterior, nos dirigimos hacia el teatro Bolshói, sede de la compañía de ballet más famosa del mundo. La fachada del teatro es neoclásica, y a primera vista no me impresiona en absoluto, pero según nos vamos acercando se me va haciendo cada vez más impresionante y bonito.

Teatro Bolshói.

Había oído que no se podía visitar por dentro, pero aun así entramos por si suena la flauta. Y parece que sí, ya que nos dicen en taquilla que al día siguiente a las cuatro de la tarde podríamos realizar una visita al interior del teatro.

Así pues, salgo del teatro muy contento y nos encaminamos a conocer los alrededores de la avenida Tverskaya. Tras ver la Casa de los Sindicatos, que me gusta bastante menos de lo esperado, recorremos la avenida Tverskaya hasta llegar a la Plaza Pushkin, a donde llegamos a la una menos veinte. En esa ese momento variamos el rumbo y continuamos por un nevado boulevard de Tverskoy, hasta llegar a la famosa Casa de la Amistad, cercana al inicio de la calle Arbat, la famosa calle peatonal de tiendas, corazón de la zona de Arbatskaya.

Tverskoy bul'var completamente nevado.

Una vez en la Casa de la Amistad decidimos, en vez de recorrer la calle Arbat, dirigirnos hacia la catedral de Cristo Salvador, también llamada catedral de Cristo Redentor, ya que lo importante de la calle Arbat se encontraba en el otro extremo, y preferíamos ir a la iglesia en ese momento, no siendo que por la tarde estuviera cerrada. Así, y tras ver la imponente Casa Pashkov, nos dirigimos hacia la catedral, lugar que no esperaba que me encantara demasiado debido a que había sido construida hacía apenas quince años.

Catedral de Cristo Salvador.

Sin embargo, cuando entramos me quedo gratamente sorprendido, ya que la encuentro impresionantemente bonita. Salvando las distancias, me recuerda por dentro a la basílica de San Esteban de Budapest, aunque esta última es mucho más bonita por dentro. La verdad es que podría decirse que esta iglesia ha sido de las cosas que más me han gustado de Moscú.

Además, me gusta que es más iglesia que las del Kremlin, en el sentido de que se ven fieles rezando o poniendo velas a los distintos santos. Con mucha pena debemos irnos y continuar conociendo Moscú. Dejo atrás una iglesia impresionante.

Catedral de Cristo Salvador.

Tras ver la catedral de Cristo Salvador continuamos paseando a lo largo del río Moscova, hasta llegar al novedoso y horrible, según casi todo el mundo y casi todas las guías, monumento a Pedro el Grande. La verdad es que es bastante curioso, es una estatua enorme en la que se ve a Pedro el Grande, enamorado del mar, a bordo de un barco que no guarda proporción con el tamaño de la persona. La escultura es de un color negro, por lo que tengo que admitir que, si bien tampoco me ha parecido muy horrible, no me ha gustado.

Monumento a Pedro el Grande.

Nuestro siguiente destino es la calle Arbat, a donde llegamos fácilmente dirigiéndonos hacia el Ministerio de Asuntos Exteriores, una de las Siete Hermanas de Stalin y que se encuentra en uno de los extremos de la calle Arbat, a donde llegamos a las dos y media.

Inmediatamente nos damos cuenta que es una calle muy llena de vida, con numerosos restaurantes, algunos tan conocidos como el Hard Rock, así como numerosas tiendas. Sin embargo, y al igual que con Tverskaya, no le encontramos gran atractivo, y menos estando sucia como estaba debido a la nieve. Debido a que la importancia turística de esta zona reside en la gran cantidad de casas-museo que hay, casa-museo Beli, casa-museo Pushkin... lugares en los que no vamos a entrar, apenas la recorremos durante unos minutos buscando algún restaurante. Finalmente, al igual que el día anterior, decidimos comer en un My My que se encuentra al comienzo de la calle Arbat.

Metro de Moscú: unas estaciones maravillosas.
A las cuatro de la tarde, y tras terminar de comer, decidimos que vamos a dedicar la tarde en conocer algunas de las famosas estaciones del metro de Moscú, aprovechando que hace bastante frío y está todo nublado. Así, y tras comprar cada uno por 400 rublos un típico gorro ruso en una tienda de Arbat, nos dirigimos hacia la estación de Smolenskaya, donde comenzará nuestro trayecto por el metro de Moscú.

Nuestra primera estación famosa es la estación de Kievskaya, que había leído que era de las más bonitas, y definitivamente tengo que decir que es espectacular. Creo que me ha gustado incluso más que la de Komsomólskaya, que quizá es la más famosa. Además de esas dos, conocemos entre otras la estación de Mayakovskaya, muy sobria para mi gusto, y la de Ploshchad Revolyutsii, famosa por sus numerosas estatuas. Así, durante dos horas hacemos una ruta por el metro de Moscú, conociendo las estaciones más famosas, que por lo general se agrupan en la línea circular (línea 5, marrón), y en la línea 2, verde.

Estación de Novoslobodskaya.

Estación de Komsomólskaya.

A las seis de la tarde llegamos a la Plaza Roja, y tras la segunda sesión de fotos del día, volvemos al hostal a descansar, a donde llegamos a las seis y media. Tras descansar un poco, pero sin dormir como el día anterior, salimos a cenar por los alrededores del hostal. A las once menos cuarto, y una vez cenados, llegamos al hostal, donde veríamos el partido que enfrentaba al Athletic Club y el Schalke 04. A la una de la mañana, una vez acabado el partido, y con la alegría de haber llegado a semifinales 35 años después, caemos rendidos en la cama.

Catedral de San Basilio, con el monumento a Minim y Pozharki en primer plano.

Gastos del día
Los gastos del día fueron similares a los del día anterior, ya que si bien los gastos en lugares turísticos fueron menores, hay que recordar que el Kremlin fue muy caro, compramos unos típicos gorros rusos en la calle de souvenirs más famosa de la ciudad y compramos un bono de diez viajes para el metro. Por otro lado, el precio gastado en comida fue muy similar al del día anterior.

  • Comida: 1483.33 rublos
  • Visita catedral de San Basilio: 290 rublos
  • Transporte: 88.33 rublos
  • Souvenirs: 433.33 rublos
  • Varios: 71.33 rublos
  • Total: 2366.33 rublos, 61.15 € al cambio de ese día.

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