Apenas tres semanas después de que regresara de mi viaje a Moscú, comienza el segundo viaje del año. Como he comentado, a pesar de que el billete de avión nos salió más caro de lo esperado, tenía una gran ventaja, y es que la hora de salida, las 18:10, me permitía poder ir a trabajar el mismo día de inicio de mis vacaciones.
Así, tras salir un poco antes del trabajo, me presento en el aeropuerto de Loiu minutos después de las cuatro y media de la tarde, aproximadamente hora y media antes de la salida de nuestro vuelo. Observamos que tiene previsto salir con un retraso de unos dieciséis minutos, así que no le damos mayor importancia. Sin embargo, el retraso se alarga y a las 19:10, con una hora de retraso, partimos de Bilbao dirección Múnich, donde aterrizamos a las 20:45. Quince minutos después de dar vueltas en el aeropuerto salimos del avión, justo para poder seguir por internet el primer tiempo del histórico partido de semifinales que enfrenta al Athletic Club con el Sporting de Portugal. Y es que cuando estuve en Moscú y me di cuenta que además del partido del Schalke también me perdía este histórico partido casi me da un síncope. Pero en fin, me perdí un partido histórico para ver una ciudad histórica, así que no puedo quejarme.
Sin darnos cuenta que el avión a Berlín tiene también un retraso de una hora, comemos unos bocadillos a todo correr. Nada más acabar, nos damos cuenta que no habría sido necesario comer tan deprisa. Al menos, el retraso del avión nos permite seguir por el móvil gran parte del partido. A las 22:50, y con un 2-1 a favor del Athletic con el partido a punto de finalizar (casi asusto a algún que otro alemán con el primer gol del Athletic), despega nuestro avión rumbo a Berlín, a donde llegamos cincuenta minutos después, a las doce menos veinte. Nada más aterrizar en Berlín, encendemos nuestros móviles para comprobar que nuestro Athletic ha pasado a la gran final. Momento histórico. Menudo gran comienzo de vacaciones.
Finalmente, a las doce y cuarto de la noche llegamos al hotel. Como esperamos, pues habían estado mis padres con anterioridad, nos dan una habitación enorme, seguramente la más grande en la que haya estado en un hotel en mi vida, sin contar una vez que me tuvieron que dar una suite en Oporto. Como he comentado anteriormente, el hotel se llama Mercure Hotel & Residenz Berlin Checkpoint Charlie, y suponemos que lo de Residenz viene porque en el edificio de al lado del hotel se agrupan unas pocas habitaciones, separadas del hotel, de enorme tamaño en comparación con las habitaciones que pueden ofrecer los hoteles normales.
Habitación del hotel.
A pesar de haber llegado con una hora de retraso, no podemos quejarnos: el Athletic está por segunda vez en su historia en una final europea, tenemos una habitación impresionante y al día siguiente empezaremos a conocer una ciudad preciosa.
Gastos del viaje
Al ser el primer día, los gastos del viaje no fueron muy elevados. Básicamente se debieron al taxi que nos llevó del aeropuerto al hotel, muy barato por cierto, poco más de veinte euros, y a un botellín de agua que compramos en el aeropuerto.
- Taxi: 10.55 €
- Varios: 1.95 €
- Total: 12.5 €
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