Como siempre, una vez decidido el destino, el siguiente paso era comprar los billetes de avión y buscar un hotel que fuera lo más barato y céntrico posible. Al igual que ocurrió con el vuelo a Moscú, pagamos mucho más de lo que esperábamos en un principio, pero al menos, en este viaje nos ahorramos el visado, que tan caro nos salió en el viaje a Moscú.
Vuelo: Un pequeño desastre
Nuestro plan era estar el máximo número de días de vacaciones pidiendo en el trabajo los menos días libres posibles, y como habíamos visto que era posible salir de Bilbao un jueves a las 18:15 nuestra idea era tomar el avión dicho día después de trabajar y, pidiendo en el trabajo únicamente el viernes y el lunes de vacaciones, estar en Alemania cuatro días completos, de sábado a lunes, y el mayor tiempo posible el martes.
Con dicho objetivo en mente, nos pusimos a buscar vuelos y rápidamente vimos en Rumbo que los más baratos costaban 139.34 € (que añadiendo gastos de gestión y demás acababan costando 160.34 €), pero la vuelta era el 1 de mayo a las 8:30 de la mañana como muy tarde, por lo que se perdía todo el día. Además de esos vuelos, había otros que salían un poco más tarde el martes, sobre las tres de la tarde, y el que más nos gustaba, uno que salía a las siete de la tarde y que nos permitiría estar más de medio día en Berlín.
Así pues, nuestra idea era la siguiente: coger un vuelo que saliera el jueves a las 18:15 de Bilbao y que saliera de Berlín a las 19:00 del martes, para poder estar cuatro días enteros y más de la mitad del quinto día en Berlín. De esta forma, dedicaríamos los tres días a Berlín, un día haríamos una excursión a Potsdam, y el último día veríamos lo que nos quedara de ver en Berlín, si es que quedaba algo.
Así que nos pusimos manos a la obra. El martes 3 de enero por la noche había un vuelo de esas características por unos 170 €. Al día siguiente, dicho vuelo había desaparecido, y el que más se le acercaba en horarios era uno que costaba 214.20 €. Por 205.34 € podíamos salir a las 13:30, y por 155.34 € (precios definitivos, incluyendo gastos de gestión y demás) a las 8:30. Decidimos esperar. Error. Al día siguiente, jueves 5 de enero, el vuelo de 214.20 € había desaparecido y uno similar pero con otra compañía costaba unos 264 €. Finalmente, y ante el miedo de que siguieran aumentando los precios y que, sobre todo, desapareciera el vuelo que salía el jueves a las 18:15, decidimos coger, por 229.58 €, gastos de gestión y demás incluidos, uno que volvería de Berlín a las 15:00.
Así, este sería nuestro plan de vuelo:
- Salida el jueves 26 de abril a las 18:10 dirección Múnich, a donde llegaríamos a las 20:20. A las 21:45 un vuelo nos llevaría a Berlín, a donde llegaríamos a las 22:50. La compañía sería Lufthansa.
- Salida el martes 1 de mayo a las 15:00 dirección Barcelona, a donde llegaríamos a las 17:35. A las 20:35 salida hacia Bilbao, a donde llegaríamos a las 21:35. La compañía sería Spanair.
Para continuar con nuestra mala suerte, pocos días después realizar la reserva leímos en los periódicos que a partir de verano habría vuelo directo, y por tanto barato, de Bilbao a Berlín; parecía que el destino nos vacilaba. Sin embargo, aquí no acababa nuestra mala suerte: el viernes 27 de enero de 2012 Spanair anunciaba que cesaba sus operaciones, por lo que nos quedamos sin vuelo de vuelta. Horror.
Nos pusimos en contacto con Rumbo vía correo electrónico y estos nos comunicaron muy rápidamente que ellos se encargarían de gestionar la devolución del importe del vuelo de Spanair, y que nosotros deberíamos comprar otro vuelo de vuelta. Sin embargo, hicimos caso omiso y el miércoles 1 de febrero llamamos a Lufthansa y muy amablemente nos recolocaron en otro avión sin pagar ni un solo euro. Es más, nos dieron varias opciones de vuelo para elegir la que más nos gustara, por lo que elegimos un avión que salía a las 18:15, de forma que tendríamos un poco más de tiempo para ver Berlín. Además, nos dijeron que los de Rumbo eran unos caraduras, que tenían que haberles llamado y gestionar ellos la recolocación, y no decirnos que pagáramos un vuelo nuevo. Pero bueno, ya no merecía la pena pensar en ello: por una vez, la suerte nos había venido de cara y podemos estar un poco más en Berlín.
Así, nuestro plan de viaje final era el siguiente:
- Salida el jueves 26 de abril a las 18:10 dirección Múnich, a donde llegaríamos a las 20:20. A las 21:45 un vuelo nos llevaría a Berlín, donde llegaríamos a las 22:50.
- Salida el martes 1 de mayo a las 18:15 dirección Fráncfort, a donde llegaríamos a las 19:25. A las 20:55 salida hacia Bilbao, donde llegaríamos a las 23:00.
De esta forma disponíamos de cuatro días enteros en Berlín y más de una mañana de un quinto día. Como suponíamos y más tarde comprobaríamos, era tiempo más que suficiente para conocer Berlín y realizar una excursión de un día a Postdam. Tras muchos contratiempos habíamos podido reservar unos vuelos que nos permitían realizar las vacaciones que queríamos.
Alojamiento: Mercure Hotel & Residenz Berlin Checkpoint Charlie
Como he comentado, el avión salió más caro de lo esperado, pero al menos no todo fueron malas noticias, ya que el que uno de nosotros trabaje en una cadena hotelera tiene sus ventajas a la hora de reservar un hotel, entre ellas unos descuentos impresionantes en las habitaciones de hotel.
De esta forma, lo primero que encontramos fue uno de los hoteles, si no el que más, céntrico de la ciudad, el Sofitel Berlin Gendarmenmarkt, un hotel de cinco estrellas que, como su nombre indica, está en la plaza de dicho nombre, uno de los lugares más bellos y que más ganas tenía de conocer de Berlín.
Así, a continuación se puede ver un plano de detalle donde se ve cómo el hotel, el rectángulo verde, se encuentra justo al lado de Gendarmenmarkt, el rectángulo rojo.
Localización del Sofitel Berlin Gendarmermarkt.
Además, y como se ve a continuación, la distancia que separa al hotel de algunos de los lugares más importantes de Berlín, como la Puerta de Brandeburgo (círculo rojo de la izquierda), el Museo de Pérgamo (cuadrado rojo de la derecha) o la Catedral de Berlín (círculo rojo de la derecha), apenas alcanza el kilómetro, lo que permitía estar en poco más de quince minutos en cualquiera de dichos lugares.
Sofitel Berlin Gendarmermarkt (verde) y algunos lugares característicos de Berlín (rojo). Abajo a la izquierda, escala de 100 metros y 500 pies
Sorprendentemente, dicho hotel nos salía por apenas 40 € la noche a cada uno. Cuando estábamos decididos a reservar ese hotel y pagar cada uno únicamente 200 € por cinco noches en pleno centro de Berlín, miramos otro hotel de la cadena Accor, el Mercure Hotel & Residenz Berlin Checkpoint Charlie, hotel de cuatro estrellas cercano al archiconocido Checkpoint Charlie y del que tenía muy buenas referencias de cuando mis padres estuvieron en Berlín en 2009.
Pues bien, ese hotel, que como se ve en el siguiente mapa, apenas dista 700 metros del Sofitel, un poco menos de diez minutos andando, nos costaba a cada uno únicamente 26.95 € la noche.
Mercure (verde) y Sofitel (rojo). Abajo a la izquierda, escala de 100 metros y 500 pies.
Como puede verse, la distancia del hotel a la puerta de Brandeburgo es de menos de dos kilómetros, apenas veinte minutos andando, cinco menos que lo que se tarda en llegar a la catedral de Berlín. Por ese precio, trece euros menos cada noche que el Sofitel, no dudamos ni un minuto en cambiarnos a dicho hotel, también céntrico y del que además, como he comentado, teníamos muy buenas referencias.
Así pues, a día 5 de enero, cuando todavía quedan cuatro meses para el viaje, ya teníamos el vuelo y el hotel cogido. A pesar del precio del vuelo, el sorprendente precio del hotel hizo que cada uno pagáramos 364.33 € entre vuelo y alojamiento, bastante menos que lo que pagamos en un hostal en Moscú.
Ahora tocaba pensar en el viaje.
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