sábado, 18 de agosto de 2012

Vuelo y alojamiento

A diferencia de otros viajes en los que primero decidíamos a dónde queríamos ir y seguidamente buscábamos los mejores vuelos, el itinerario de este viaje se ha realizado a la vez que se miraba cuánto costaban los vuelos y qué opciones nos brindaban las distintas compañías aéreas. Y es que, como explicaré a continuación, una característica de Lufthansa nos decidió por incluir Vilna en nuestro itinerario casi a última hora, cuando teníamos decidido un itinerario completamente distinto. Tras reservar el avión, todavía quedaba por reservar los hoteles, otro avión, un ferry un coche de alquiler.

Vuelo: un agradable descubrimiento.
A diferencia del viaje que hice el año pasado a Praga y a Budapest, donde cogimos un vuelo de Bilbao a Praga en la ida y un vuelo de Praga a Bilbao en la vuelta, empleando un día para regresar a Praga desde Budapest para tomar el avión de vuelta, en este viaje la ida será de Bilbao a Estocolmo y la vuelta de Vilna a Bilbao, no teniendo que emplear ningún día en ir de Vilna a Estocolmo. No sabía que existía esa posibilidad, pero la página web de Lufthansa nos la ha brindado. Y esta posibilidad fue la que nos decidió por aprovechar  que estábamos visitando esa zona para conocer también Vilna, ya que si no tendríamos que haber empleado el día que vimos Vilna en volver a Estocolmo, con la consiguiente pérdida de tiempo y de dinero, pues habría habido que añadir un nuevo vuelo al presupuesto.

Esta opción de Lufthansa me ha hecho pensar con tristeza en el viaje que realicé el año pasado a Praga y Budapest. Si hubiéramos sabido que existía esta opción, habríamos cogido la ida de Bilbao a Praga y la vuelta de Budapest a Bilbao, habiendo ganado un día que nos habría servido para realizar alguna excursión, como a Karlovy Vary. Una auténtica pena. Sin embargo, he aprendido para futuros viajes.

Así pues, el 19 de febrero cogimos con Lufthansa el siguiente vuelo:
  • Salida el sábado 7 de julio a las 14:25 de Bilbao, llegando a Frankfurt a las 16:35. Salida de Frankfurt a las 19:50, llegando a Estocolmo a las 21:50.
  • Salida el martes 17 de julio a las 14:55 de Vilna, llegando a Frankfurt a las 16:10. Salida de Frankfurt a las 20:55, llegando a Bilbao a las 23:00.
El precio de los cuatro billetes ascendió a un total de 1220.12 €, es decir, 305.03 € cada unoDe esta forma, disponíamos de nueve días y medio para conocer cinco capitales.

Además, el mismo día hicimos la reserva del avión que nos llevaría de Estocolmo a Helsinki, ya que esa era la forma más rápida de viajar entre las dos capitales. Y la verdad es que el horario no podía ser mejor: cogimos un vuelo que salía de Estocolmo a las 20:35 y llegaba a Helsinki cincuenta y cinco minutos después, a las 22:30 (hay que recordar que hay una hora de diferencia entre Estocolmo y Helsinki), lo que nos permitía estar prácticamente el día entero en Estocolmo. El precio fue de 619 coronas suecas cada uno, lo que se traducía en 70.47 € por persona. Hay que decir que tuvimos que coger un vuelo de vuelta, aunque no fuéramos a usarlo, ya que salía mucho más barato coger un vuelo de ida y vuelta que uno solo de ida.

Hotel de Estocolmo: Clarion Hotel Sign
El viernes 2 de marzo reservamos el Clarion Hotel Sign, un hotel que se encontraba relativamente céntrico, por el que pagamos 7620 coronas suecas (SEK), lo que al cambio se tradujo en unos 862 €, por tres noches y dos habitaciones en régimen de alojamiento y desayuno, es decir, unos 143.67 € por noche y habitación, aproximadamente lo que me esperaba de una ciudad como Estocolmo. Meses después, el 8 de junio, encontramos el mismo hotel por 6820 SEK, lo que suponía un ahorro de más de un 10%. La zona del hotel, aunque no era mala, podría ser mejor, pero los precios de los hoteles situados en los alrededores de Gamla Stan, el casco histórico, eran muy elevados, por lo que nos decidimos por este hotel ya que, como se ve en la siguiente imagen, se encuentra a apenas un kilómetro de Gamla Stan, de forma que en apenas quince minutos podríamos llegar al casco antiguo.

Clarion Hotel Sign (verde) y Gamla Stam (rojo). Abajo a la izquierda, escala de 200 metros y 500 pies.

Hotel de Helsinki: Best Western Premier Hotel Katajanokka
El lunes 5 de marzo reservamos mediante la página web de Hotelopia el Best Western Premier Hotel Katajanokka, pagando 314 € por dos noches y dos habitaciones en régimen de alojamiento y desayuno, 118 € más barato de lo que nos habría constado con Booking. La verdad es que el que cada habitación costara 78.5 € la noche incluyendo el desayuno en una ciudad como Helsinki nos pareció un chollo, y que pagáramos casi un 30% menos de lo que hubiéramos pagado con Booking fue una verdadera suerte. Además, como se puede ver en la siguiente imagen, el hotel cumplía con uno de nuestros requisitos principales, la buena situación, encontrándose a apenas 750 metros de la catedral de Uspenski y a kilómetro y medio de la catedral de Helsinki. Así, en apenas diez y veinte minutos se podía llegar andando a los dos monumentos más importantes de la ciudad. Como característica, este hotel se encontraba en una antigua prisión, por lo que la forma del edifico se asemejaba mucho a una prisión, y los recepcionistas, chicas de la limpieza y camareros iban completamente vestidos de presos.

Hotel de Helsinki (verde), catedral de Uspenski (amarillo) y catedral de Helsinki (rojo). Abajo a la izquierda, escala de 100 metros y 200 pies.

Hotel de Tallin: San Petersbourg.
El viernes 2 de marzo reservamos el hotel San Petersbourg, cuyo precio salió por 417.60 €. La localización del hotel era envidiable, ubicada en plena ciudad antigua, a apenas 160 metros de la plaza del ayuntamiento, el centro de la zona turística de Riga, como se observa en la siguiente imagen. A pesar de ser más caro de lo que me esperaba en un principio, fue, junto con el hotel de Vilna, el más céntrico de todos. Y es que seguramente tener el hotel a apenas dos minutos del corazón del casco antiguo se paga, por lo que viéndolo de ese modo quizás no se puede decir que haya salido caro.

Hotel de Tallin (verde) y ayuntamiento (rojo). Abajo a la izquierda, escala de 50 metros y 200 pies.

Hotel de Riga: Avalon Hotel.
El domingo 4 de marzo reservamos dos noches de hotel en Riga, en el hotel Avalon Hotel. El precio de dos habitaciones para las dos noches, cena incluida, fue de 440 €. Dos meses y medio después, el 22 de mayo encontramos el mismo hotel y las mismas condiciones por 380 €, por lo que nos ahorrábamos 60 €, lo que no estaba nada mal. El 11 de junio, modificamos la reserva, pues habíamos encontrado una nueva tarifa en la que todo salía por 340 €, es decir, 85 € la habitación cada noche, incluyendo desayuno y cena. En la siguiente imagen se puede observar la situación del hotel junto con algunos monumentos característicos de Riga, como la iglesia de San Pedro o la casa de las Cabezas Negras o el monumento a la Libertad, en la esquina superior derecha. Así, en apenas cinco minutos podríamos estar en el centro del casco histórico de Riga.
Hotel de Riga (rojo), iglesia de san Pedro (verde), casa de los Cabezas Negras (amarillo) y catedral (azul). Abajo a la izquierda, es cala de 100 metros y 500 pies.

Hotel de Vilna: Amberton.
El lunes 5 de abril reservamos la última noche del viaje en Vilna, en el hotel Amberton. un hotel situado a apenas 50 metros de la catedral de Vilna, el lugar más turístico de Vilna, por lo que cumplíamos con la condición de que el hotel fuera céntrico, condición que era indispensable en Vilna, debido a las pocas horas que teníamos para conocer la ciudad. El precio de las dos habitaciones fue similar al del resto de hoteles, siendo de 157.96 €, por una noche con desayuno.


Hotel de Vilna (rojo) y catedral (verde). Abajo, escala de 100 metros y 500 pies.

Coche de alquiler
El 22 de mayo, el mismo día que nos ahorrábamos 60 € en el hotel de Riga, alquilamos en Hertz por 425.67 € un coche que cogeríamos en una oficina de Tallin el viernes 15 de julio, y que devolveríamos en el aeropuerto de Vilna cuatro días más tarde, el martes 17 de julio. Resultó un poco más caro de lo normal debido a que devolvíamos el coche en un país distinto al de recogida, pero merecía por completo la pena, ya que nos permitía poder desplazarnos a nuestro antojo por los tres países, de forma que podríamos hacer pequeñas excursiones como al castillo de Trakai, en Lituania.

Ferry Helinski - Tallin
Para ir de Helsinki a Tallin teníamos que ir en ferry, pues era la opción más rápida y barata. Tras mirar un poco por internet constatamos que las dos compañías más conocidas eran Viking y Tallink. Sin embargo, ambas tenían pegas. Y es que, además de que el trayecto era de dos horas o incluso dos horas y media, no tenían los dos puertos cerca de la ciudad y las horas de salida no nos acababan de convencer, pues salían relativamente tarde para lo que deseábamos.

De casualidad, encontramos la compañía Lindaline, que reunía las características que queríamos: unos horarios que nos vinieran bien y que los puertos de Helsinki y Tallin se encontraran relativamente cerca de nuestros hoteles. Además, realizaba el trayecto entre ambas capitales en apenas una horas y media, siendo la más rápida de todas cuantas habíamos mirado: era la compañía perfecta.

Así, el domingo 24 de junio, a menos de dos semanas de comenzar el viaje, hicimos la reserva de los billetes. Había un barco que salía de Helsinki a las ocho de la mañana y otro a las diez de la mañana. Como el de las ocho de la mañana nos parecía muy temprano, nos decidimos por el primero. El precio de cada billete costaba 46 €, 10 € más que lo que habría costado si hubiéramos elegido el de las ocho de la mañana. Sin embargo, hacían un descuento de un 10% por hacer la reserva por internet y un 20% extra por un billete de estudiante, que usaría mi hermano. Así, el precio total de la compra fue de 169.32 €, lo que correspondía a tres adultos, un estudiante, y 3 € de recargo por el uso de fuel para cada persona.

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